ACTIVIDADES
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CONSIGNA
PARA
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5 Ago
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Teórica:
Presentación de la asignatura y del ejercicio introductorio (a desarrollar en
la clase)
Conformación de las
comisiones
Trabajo
en comisiones:
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Imprimir y leer esta guía.
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12 Ago
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17:00
hs. Reunión del curso frente al
gimnasio del Colegio Nacional. Relevamiento del sitio y traslado al gimnasio
ubicado en el tinglado cercano (cancha de Volley).
Regreso
a la FAU
Teórica:
Arquitectura y construcción, a
cargo de Eduardo Gentile
Trabajo
en comisiones:
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Imprimir y leer el texto
"Gimnasio del Club del Banco de la Provincia de Buenos Aires en City
Bell. (Enrique
Bares, Rodolfo Morzilli, Carlos Ucar, Alberto Sbarra, arqs. 1978-80) Descargar
documentación publicada en Revista Summa Nº 203, 1984:
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19 Ago
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Teórica:
Charla del Arq. Enrique Bares (uno
de los autores del Gimnasio del Club del Banco de la Provincia de Buenos
Aires en City Bell)
Trabajo
en comisiones:
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26 Ago
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16.00
hs. Reunión del curso frente al
Gimnasio del Club del Banco de la Provincia de Buenos Aires en
City Bell. Relevamiento del sitio
Trabajo
en comisiones: relevamiento in
situ del edificio y charla con los docentes
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2 Sep
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Trabajo
en comisiones:
1- ¿Por qué cree que el autor
afirma que hacer arquitectura no es, solamente, generar cobijo?
2- La figura del arquitecto-
y la idea de proyecto ¿En qué momento aparecen y qué implicancias tienen en
la arquitectura?
3- De acuerdo al texto: ¿Qué
se entiende por Arquitectura, con mayúscula: como disciplina, como preciso
conjunto de valores?
4-Cuál es la relación entre
la Arquitectura y la edilicia (entendida como el resto de la masa
construida):
5-En
relación a la idea de que la Arquitectura comunica sentido, el autor se
pregunta: comunicar ¿qué cosa, a quiénes? Puede responder estas preguntas en
relación a las obras que se analizaron en el trabajo.
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“No existe otro mueble que ofrezca la misma
posibilidad de crear y facilitar conexiones. Por ello, un gran número de
diseñadores han dedicado más medios y esfuerzos a la creación de sillas que a
cualquier otro tipo de mobiliario.
Efectivamente,
aparte quizás del automóvil, la silla es el objeto más diseñado, y estudiado
de la era moderna, y también al que se han dedicado más páginas escritas.
(…) En
el aspecto funcional, a través de su forma y sus materiales, una silla crea
conexiones físicas y psicológicas con el individuo que se sienta en ella. Al
mismo tiempo es capaz de encarnar significados y valores que conectan con el
usuario en los terrenos intelectual, emocional, estético, cultural (…)
Una
silla puede, asimismo, establecer conexiones visuales y/o funcionales con el
contexto en que ha de ser usada, incluyendo otros objetos o estilos. En un
sentido más amplio, el diseño de una silla está estrechamente ligado a
diferentes ideologías, enfoques creativos y teorías económicas. (…)
En los
últimos 150 años, la evolución de la silla ha transcurrido paralela a la de
los desarrollos arquitectónicos y tecnológicos, reflejando hasta tal punto
las nuevas necesidades y preocupaciones de la sociedad que podría decirse que
la historia de la silla resume la historia del diseño.”
Extracto del libro de Charlotte y Peter Fiell 1000 Chairs
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Desde
hace muchos años, arquitectos y diseñadores de todo el mundo (incluso yo he
proyectado dos o tres) han proyectado millares de modelos de sillas y
sillones, todos diferentes y todos inventados, pero al parecer el problema no
se ha resuelto por completo, puesto que todavía hoy arquitectos y diseñadores
continúan proyectando sillas y sillones como si hasta hoy todo hubiesen sido
errores.
De una
encuesta muy rigurosa sobre los gustos del público resultó que sillas y
sillones han de tener los siguientes requisitos: ser cómodos, ricos, lujosos
y rústicos, caprichosos, técnicamente sólidos y funcionales, anchos,
estrechos, altos y bajos, blandos y duros, elásticos, elegantes, rígidos,
poco molestos, vistosos, económicos, a su justo precio, carísimos del modo
más evidente (por razones sociales), hechos de un solo material, con diversos
materiales nobles, toscos, refinados, rústicos.
Todavía
más. Se han de poder utilizar en la ciudad y en el campo, en residencias,
oficinas y antesalas, en la sala de espera de la estación central de Milán,
en salas de juego, jardines y comedores, en el mar y en la montaña (tan
diversa), deben ser bajísimos con el respaldo altísimo o altísimos sin
respaldo (para el bar), en las tiendas, autobuses, iglesias, viajes. Como los
de la abuela, como los de la tía, como los de los «Bernardinelletti», como
los de los «Pasqualini» diseñados por «Pasquallotto», como los del
aeropuerto, como los del Derby Club.
Es
obvio que pueden hacerse de madera labrada, curvada, estampada, incrustada,
plastificada, armada, atornillada, encolada, montada en seco, enarenada,
teñida, barnizada mate o brillante, opaca, mate, semimate (esto vale para
todos los tipos de madera desde el álamo hasta el ébano «macassar»).
0 bien
de hierro soldado, doblado, bruñido, esmaltado, cromado, niquelado, torneado,
engomado, imantado, bronceado, cabreado. Laminado, tubular, de sección
cuadrada o rectangular, en U, en T, en E, en W, X o Z.
0 bien
de aluminio anodizado, coloreado, natural, enarenado, troquelado, torneado,
horadado, revestido, plastificado, anilizado, fundido. Luego existe el latón,
la molécula curvada, la malaca, el mimbre, los cuernos de ciervo, los
colmillos de elefante.
Con
todos estos materiales un buen «designer» puede hacer una silla o un sillón
desmontable, plegable, giratorio, fijo, transformable, abatible y alzable,
inclinable, móvil, o para otros usos. Acolchado, revestido de tela, de piel,
de cuero natural o teñido, de vinilup, de sevenup, de lax y de tex, de plus,
de terciopelo, de pana, de algodón, de paja, de travestino, de nylón, de
orlón, de filón, de cordón, de burlón.
Me
llama por teléfono, en este momento, la revista de decoración y novedades que
quiere una silla nueva para publicar en el próximo número.»
Bruno
Munari
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“El
gimnasio lo constituyen los dos grandes patios de juegos atléticos con
canchas para foot-ball, carreras, velódromo, etc, una pileta de natación de
20 por 60 metros de largo, una cancha de pelota para cinco juegos a mano y
uno a cesta, el tiro, un gimnasio cubierto, faltando las gradas y locales
para la concurrencia a los matchs. El gimnasio cubierto es una verdadera joya
de orden dórico modernizado, podría decirse que es un templo de estilo griego
levantado a la educación física, con copias de estatuas de las que nos
legaron los griegos, de los modelos más bellos que ha tenido la humanidad
como fruto de su educación y costumbres.
En uno
de sus frentes llevará la escultura de una carrera alegórica y en el otro un
grupo clásico. El salón completamente rodeado de una columnata dórica, tiene
12 metros de ancho por 22 de largo, se ha construido un piso bajo de las
galerías, donde van las cabinas y baños de lluvia en comunicación directa con
el salón de gimnasia y esgrima y de fácil acceso a las canchas de juegos
atléticos, de pelota y pileta de natación.
Con el
conjunto de edificios, canchas, piletas y tiro y una vez terminado las gradas
y locales para la concurrencia, se tendrá los elementos suficientes para dar
la educación física más completa que pueden apetecer los mejores institutos
del mundo y constituirá en Sud América el mejor local organizado para
llevarse a cabo los juegos olímpicos o concursos internacionales. Debe
advertirse, que, en el fondo del terreno del colegio empiezan los canales de
cabotaje de La Plata, donde se ejercitarán también los alumnos del Colegio y
Universidad en los ejercicios de remo y establecer las regatas universitarias
análogas a las de Cambridge y Oxford”.
Ingeniero
Miguel Olmos. Extracto de la Memoria del proyecto del Colegio Nacional
presentada al Ministro de Justicia e Instrucción Pública Dr. Joaquín V.
González en abril de 1905, publicada en La Ingeniería, Revista del Centro
Argentino de Ingenieros, Buenos Aires, 1907-1908.
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…¿qué
se entiende aquí por Arquitectura?
En
definiciones generales -la de la Enciclopedia Británica, por ejemplo- se la
identifica como el arte y la técnica de proyectar y construir. Para la misma fuente,
la mera acumulación de pericias constructivas constituye la edilicia.
Para
ser más precisos deberíamos decir que la arquitectura es una actividad
orientada a producir cobijos, procurando mediante esa organización, de manera
consciente, comunicar un sentido singular (personal o colectivo). En este
registro antropológico, la arquitectura constituye una práctica que distingue
a los hombres de otros animales constructores de cobijos, sin barreras de
lugar o de tiempo. Esta práctica difiere en las sociedades por su forma y
grado de organización, los que dependen de hábitos y tradiciones, y del nivel
de desarrollo de sus fuerzas productivas y de sus formas políticas. No
siempre ni en todas partes, por ejemplo, la arquitectura supone o supuso la
existencia de un individuo creador, el arquitecto: la arquitectura gótica o
la de los templos budistas en el Japón carecen de esa figura. La idea misma
de "proyecto" (prefiguración de una totalidad), subyacente en la
primera definición citada, no puede generalizarse. No se compadece ni con el
ejercicio de la arquitectura durante el Medioevo, cuando el edificio se iba
componiendo a lo largo de los años, ni con la práctica de numerosas obras
creadas de manera colectiva y sin responder a una idea única, inicial y
constante. En referencia a otros aspectos, algunos grupos humanos -los
occidentales de comienzos del siglo XX o los musulmanes del siglo XIV- han
utilizado o utilizan intensamente la decoración aplicada, mientras que otros
-los japoneses del siglo XVIII, los campesinos castellanos o algunos
modernistas del siglo XX- la ignoran. Unos, han transmitido saberes técnicos
y códigos comunicativos de padres a hijos y, otros, los han fijado en textos
como normas eternas. Hay quienes han organizado a sus constructores en comunidades
claramente diferenciadas, pero también quienes han considerado a esos saberes
como parte de otras profesiones -el sacerdote, el hombre de letras, el
agrimensor, el artista, el carpintero-. Buenas o malas, de acuerdo con sus
propios sistemas, todos han producido obras de arquitectura.
Llamamos
"Arquitectura", en cambio, a una manera particular de organizar la
producción de esos cobijos que se construyen procurando comunicar de modo
consciente un sentido. Esa manera particular, ese singular sistema, comenzó a
existir en la Florencia en el siglo XV, para luego extenderse lentamente a
otras zonas de Occidente y experimentar una profunda crisis en la primera
mitad del siglo XIX. No había Arquitectura en la Inglaterra pre isabelina, y
en Alemania se empleó la palabra Architektur, en reemplazo de Baukunst (arte
de construir), recién en los albores del siglo XX.
De modo
que "Arquitectura" será para nosotros un cierto sistema de pericias
técnicas, conceptos y definiciones teóricas, estrategias de ideación, reglas
compositivas, jerarquías organizativas. En otras palabras: un preciso
conjunto de valores. Dentro de estos límites tendrá sentido referirse a la
edilicia popular o a la arquitectura de origen árabe en España, pero no
solamente será anacrónico y esencialista sino que carecerá de sentido aludir
a una Arquitectura americana prehispánica.
El
sistema que ha permitido a este conjunto funcionar como una unidad constituye
una Institución.
Tiene,
como tal, mecanismos de definición de sus actores legítimos (custodios de los
valores) en relación con el resto de la sociedad, y ha establecido
dispositivos de reconocimiento, transmisión, control y calificación de esos
valores. (…)
La
Arquitectura ha establecido a lo largo de su Historia de casi cinco siglos relaciones
complejas con el resto de la masa construida. En ciertos momentos y
condiciones, estas relaciones han sido de reproducción y mimesis; en otros,
de contraste. Son estas últimas las que en el tiempo de la Modernidad, bajo
la determinación de hierro de la búsqueda permanente de lo nuevo, han sido
dominantes,
Los
modernistas construyeron miradas interesadas hacia las producciones masivas,
con una intensidad no comparable con ningún sistema estético precedente. Por
distintos motivos. En primer lugar, porque mirar hacia la producción popular
era una forma de contestar la exclusividad del sistema académico (de elite)
como generador/custodio de normas. En segundo lugar, porque -aunque de manera
diacrónica y no sincrónica- la producción masiva, generalmente anónima y
mayoritaria mente popular, constituía una forma de producción seriada,
cuestión decisiva a la hora de considerar los complicados problemas
suscitados por el imperio de la "reproducibilidad técnica". En
tercer lugar, porque las formas sencillas de buena parte de la edilicia
popular aportaban fuentes de legitimidad a aquellas posiciones modernistas
que proclamaban la necesidad de formas puras y abstractas, y la eliminación
de toda decoración superflua. En cuarto lugar, y en sentido contrario, porque,
a lo largo del siglo, otros modernistas vieron en la producción popular
precisamente una alternativa Humanizada y muchas veces misteriosa a las
formas "enajenadas" de la producción industrial moderna.
Parece
obvio, por otra parte, que las obras de Arquitectura funcionan a su vez como
modelos para la edilicia en general y para la producción popular en
particular, y mucho más aún en la época de la aceleración geométrica de la
circulación de la información y de los medios de comunicación de masas.
Debido
a esto, la consideración de temas de la edilicia y del estado de las
relaciones entre estos y la Arquitectura se, hace indispensable a la hora de
intentar comprender aquella parte de la definición propuesta al principio,
referida al "intento consciente de comunicar un sentido".
¿Comunicar qué cosa", ¿comunicar a quiénes", son preguntas que sólo
pueden contestarse en la Historia, puesto que las respuestas varían a lo
largo del tiempo.
En un
registro similar, es necesario comprender que las obras de Arquitectura son
artefactos: una suerte de máquinas gigantescas que deben insertarse y
funcionar a su vez como piezas de los circuitos que conforman la gran fábrica
urbana. No sólo por las relaciones con su entorno inmediato, sino también por
su función como núcleos de comunicación de sentido en el conjunto de esa
fábrica.
(Jorge Francisco
Liernur: extractos de la Introducción al libro Arquitectura en la Argentina del Siglo XX. Buenos Aires. Editorial
Fondo Nacional de las Artes, 2001).
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